“Fue algo inexplicable. Faltaban unos 20 kilómetros para terminar la crono cuando fui atropellado por el coche que me seguía y hacía de apoyo en caso de pinchazo. El conductor debió de despistarse”, comenta Zaballa, quien llegó a la meta “más magullado que si me hubieran atacado los leones y con dolores en todos los huesos”.
Fuente. Biciciclismo.com.
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