El corredor galo, dos veces campeón olímpico y cuatro del mundo, ganó como solo lo puede hacer un campeón con mayúsculas, de su condición. Inteligente de principio a fin, dejó que marcara el ritmo de la carrera el suizo Ralph Naef, quien pasó con 10 segundos de ventaja en la última vuelta.
Pero Absalon no se inmutó y a cinco kilómetros de completar los 43 de los que constaba la prueba, hizo un cambio de ritmo brutal, alcanzó a Naef y le sobrepasó como un avión, inapelable, ya lanzado hacia la pancarta de llegada, donde alzó los brazos con un tiempo de 1h.44.32.
Fuente. Marca.com.
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